Deudas Pagadas

on viernes, 6 de abril de 2012

Deudas pagadas

Si jugar con la vida no estuviera penado, creo que algunos armarían su tablero de ajedrez y cambiarían peones cada vez que pierden uno y apostarían lingotes de oro para así convencer a su adversario y dejarlo ganar, cada vez que le apetezca. Yo no sé, pero Martha siempre ha dicho eso, cada vez que conversamos sobre este tema. Si yo necesitara escapar de alguna deuda o deber. Me gustaría pensar que nada me preocuparía y andaría echado en mi mueble acompañado de mi perro lamiéndome la mano y viendo en las noticias que el mundo se destruye y eso a mi no me afecta.

Soy un hombre viejo, que solo vive de una pensión y el comercio que dejó mi padre. Ahora todo eso yo lo pasare a otros, pero ya no pienso en habitar ese lugar. Seria un desperdicio, ya que - ¿A quién le gustaría comer al aire libre con esa nube gris por encima de ti? - Recuerdo que de joven no me preocupaba como seria a esta edad, solo vivía trabajando y trabajando para que un día el puesto de comida de mí padre sea mió, y que los obreros cada vez que iban a su labor, resultara algo normal, como el humo en nuestra ciudad. Y así fue, ahora en día vemos como los dueños de esa empresa crean otras empresas fantasmas y así se prestan y niegan su deudor. El Estado tiene una responsabilidad aquí también, no solo basta echar un dedo y decir - “¡El fue!” – si yo pudiera o tendría algún cargo en el poder echaría a todos esos inversionistas extranjeros de mi ciudad, no mejor de mi país. Pero como somos tan incapaces de aprovechar lo que tenemos necesitamos de alguien que nos ayude primero y luego nos mande, no creo que tenga que ser así, pero seguiremos siendo obedientes a los mandatos.

Por eso nos venimos a esta nueva ciudad, tratando de acostumbrarnos y tratando de olvidarnos que en ese lugar, ya no se puede vivir más.

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